
Ya sé, los que escucharon el programa dirán "fue igual que todos los días, hubo altos y bajos; pero, sobre todo, sonaron divertidos".
Sí, es cierto que sonamos así, pero también lo es que yo particularmente (Mauro) viví una jornada de esas en las que no sabés para qué te levantaste del catre si nada te va a salir más o menos según lo planeado.
A todos alguna vez nos han tocado días de mierda. Esos en los que te sentís una mezcla entre el inútil más aplicado en demostrarlo y la persona más salada de un planeta al que se le está acabando el agua dulce.
No estamos hablando de situaciones de vida o muerte, está claro. Sin embargo es innegable la impotencia que da cuando hasta el encargado del lavadero de autos parece empecinado en hacerte pito catalán desapareciendo en el preciso momento en que querés dejarle el vehículo que ya no puede más de tierra (los 20 mangos que cobran, que se los ganen).
Por eso a esta hora dije: tengo que escribir sobre esta mierda de día. No para que algún ser caritativo decida acompañarme en el sentimiento, qué más da, sino para que se sientan liberados de contar también ustedes esa jornada que les infló los huevos como dos piñatas y que no podrán olvidar aunque haya sido parte de otra vida.
De la mía sólo agregaré que lo del lavadero quedó en anécdota cuando quise aprovechar la "jornada doble crédito de Personal" y cargué lo que la piba quiso porque no tenía cambio para, no contenta con eso, acreditarme lo que se le ocurrió.
Ya está, por ahí a don megamultiarchiasquerosamentemillonario dueño de la empresa no le alcanzó para darme los 50 pesos de yapa que me correspondían. Ahora lo que me pregunto es: ¿Era necesario que al final del día me cene una desconfiguración padre de mi computadoras sin entender qué carajo hice para que pasara? No, no hay derecho.
Ah, aclaro por las dudas: los días de mierda no tienen contenido trágico, esos entran en una categoría más seria, así que la familia no ha sido afectada por la burbuja de excremento que me choqué este lunes 4 de mayo de 2009.
Ahora esperamos por vos. Dicen que la catarsis es clave para superar momentos difíciles... ¿la hacés con nosotros?
te olvidaste de poner que justo cuando lo necesitabas para un trámite urgente, tu mujer y tu hermano intercambiaron sin querer sus DNI, así que perdimos 40 minutos más de tu horrible día. He dicho
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